23 ago 2014

La conquista del Atleti

SE CONSAGRÓ SUPERCAMPEÓN DE ESPAÑA


Southern Roses le ha dedicado ya dos entradas al Atlético de Madrid y créanme, no han sido por mero capricho. En la primera de ellas se consagró como campeón de la Europa League venciendo al Athletic Bilbao de Marcelo Bielsa, siendo Falcao la pieza determinante en la final. En la segunda ocasión, el equipo colchonero dejó sin respuestas al Chelsea —de nuevo fue clave la actuación del colombiano— y así conquistó la Supercopa de Europa. 

Pero estos no han sido los únicos logros recientes. Sin ir más lejos, la temporada pasada dio el batacazo en La Liga imponiéndose a Real Madrid y Barcelona, rompiendo así la hegemonía impuesta por sendos gigantes del fútbol español. Además vale mencionarse la participación sobresaliente en la Liga de Campeones, llegando a la final frente al Real Madrid habiendo dejando en el camino —en semifinales— a Barcelona. Sin dudas la temporada 2013-2014 quedará en la memoria de los hinchas del Atlético como excepcional.


Sin embargo, esta entrada no pretende hablar de los logros pasados, si no de uno que obtuvo hoy mismo. Sí, hoy, y ante el mismo rival que vio en la final de la Liga de Campeones: el Real Madrid.

En realidad, el partido disputado hoy era la “vuelta” de la serie por la Supercopa de España. Considerando que en el Santiago Bernabéu el resultado había sido 1 a 1 —debo admitir que me resultó imposible ver este partido—, la serie se encontraba para cualquiera de los dos equipos. Otro dato no menor: tampoco tuve la oportunidad de ver todo el partido de hoy, llegué para el segundo tiempo. Por ello, no me dispondré a hacer un resumen u opinión de todo el partido, pero sí resaltaré las impresiones que me quedaron luego de los cuarenta y cinco minutos finales de la contienda.

Hay que empezar diciendo que el Real Madrid cuenta con los billetes, que sin demasiados inconvenientes puede traer a cualquier jugador que desee para sumar a su plantilla. Dos claros ejemplos de esto son Toni Kroos y James Rodríguez, futbolistas que brillaron en el pasado Mundial. Y Real Madrid hoy los disfruta en su equipo. Me parece muy oportuno mencionar esto porque resalta aún más el logro del Atlético, quien sufrió, en comparación a la temporada pasada, unas bajas que son considerables: recuerdo la de Diego Costa, arriba, la de Curtois, en el arco, y la de Filipe Luis, en el lateral izquierdo. ¡Más aún resalta una actuación como la de hoy!

Pero a pesar de que las estrellas pueden formar diversas constelaciones en el Real Madrid, el equipo que pareció equipo y redujo al gigante y poderoso fue el Atlético de Madrid. Pero para imponerse y, por momentos, estar de igual a igual, se debe jugar al máximo, no dando una pelota por perdida, corriendo los noventa minutos sabiendo que el rival puede marcarte en cualquier acción, bastando una inspiración de los suyos. Y el Atleti lo hizo.

Además, futbolistas como Koke, Javi García, Mandzukic o Godín —por destacar solamente a unos pocos— han demostrado su clase. Va más allá de si lo han dejado todo, de si han sabido competir o no, de si han entrado fuerte a todas las pelotas disputadas. Esto es otra cosa. Ellos han demostrado su clase cuando han tenido la pelota, sabiendo qué hacer. Básicamente han tenido eso que no puede describirse para olvidar por un momento las diferencias de salarios que pueden existir en comparación al rival.

A la larga, el Real Madrid tendrá más recursos y mayores posibilidades para imponer su idea durante el partido (como pasó en los minutos finales de los noventa de la Champions League y posteriormente en el tiempo extra). Pero el Atlético se ha mentalizado —y supongo que es fundamental aquí la presencia de Simeone—: tiene con qué y puede hacerlo.



Hoy quedé conmovido. Cada vez que los rojiblancos recuperaban la pelota, pareciera que todo el mundo supiera a dónde dirigirse o saber cómo acompañar a sus compañeros. Así se asociaban en no más de dos o tres toques, y daban cierto respiro a los suyos, y también entrecortaban la respiración del rival. Marcaban con agresividad pero no la revoleaban a la primera de cambio, jugando en parte con la desesperación de los jugadores merengues, saliendo pacientemente desde las posiciones más retrasadas en varias oportunidades.

Godín y Miranda son dos centrales que, sin temor a equivocarme, conforman una dupla sensacional. Incluso considero que podrían jugar en los mejores equipos del mundo. Pero volviendo a ambos, como pareja, supongo que se entienden bastante.

Arriba, hasta que el cuerpo le dio, Mario Mandzukic estuvo sumamente activo y si su equipo pudo jugar varios metros adelantados durante gran parte del partido también se debió a su capacidad por aguantar y descargar. El lateral izquierdo —otro de los recambios para esta temporada— tuvo un partido bastante activo, siendo una descarga permanente por su banda. Además, a la hora de cubrir los espacios contaba en su espalda con Diego Godín, que está pasando por un momento sublime. El otro atacante cuyo nombre no recuerdo, que acompañó al croata, tuvo buenas intervenciones. Si bien no culminó del todo bien una oportunidad de gol que tuvo, su tarea fue bastante buena.

En fin, a pesar de todos los inconvenientes que pudieron existir —como un sinfín de bajas, respecto a la temporada anterior—, y de todas las potenciales ventajas que puede tener un extenso Real Madrid, el Atleti ha vuelto a conquistar un nuevo trofeo. Esta vez siendo Supercampeón de España.


(*) Ambas imágenes pertenecen a la página oficial del Club Atlético de Madrid.


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