23 oct 2016

De Goleador a Capitán


Bruno Fornaroli dejó al Danubio Fútbol Club de Uruguay hace un par de temporadas para probar suerte en un mercado sumamente exótico para nuestra región: el fútbol australiano. Tras surgir en el Club Nacional de Football y marcar goles que no se ven habitualmente, el Tuna vistió tres camisetas de clubes europeos, así como también la de San Lorenzo de Almagro, en Argentina, y Figueirense, en Brasil. Su estadía en Australia ha sido más que exitosa, convirtiéndose en el máximo goleador del certamen pasado, quebrando marcas en la temporada regular, y extendiendo recientemente su contrato hasta 2019 con su club.

Está claro que la competencia de la ‘A-League’ no posee el nivel del fútbol sudamericano. Sin embargo, no son pocos los futbolistas extranjeros que han llegado a tierras australianas y no han rendido acorde a lo esperado. Bruno Fornaroli, o el Tuna, como se lo conoce desde que debutó en Nacional, ha sido una gran excepción. Es que el delantero uruguayo en su primera temporada con la camiseta del Melbourne City marcó nada menos que veinticinco goles en veintinueve presencias, teniendo, además, la compleja tarea de sustituir a David Villa, el internacional español de una prolífica carrera futbolística.

Desde su debut con el conjunto blanco y celeste hasta el último partido de la temporada 2015-16, Fornaroli dio muestras una y otra vez de sus notables capacidades: desmarques que le daban espacio para jugar, continuidad en el juego asociado y, una vez que recibía en el borde del área, o dentro de la misma, una finalización distintiva. Más allá de los goles, que fueron muchos y muy buenos —sólo uno fue de penal y se dio el lujo de marcar tanto de chilena como de tiro libre—, su importancia en el equipo lo hizo terminar convirtiéndose en el actual capitán del Melbourne City.

De allí su importancia y trascendencia, y también de allí su renovación por tres años más en el conjunto australiano. En la actual temporada, que lleva tres partidos disputados y dos goles para el Tuna, Tim Cahill, una leyenda australiana, retornó a su país para vestir la camiseta del Melbourne City. A pesar de su experiencia y la cercanía natural del retiro, Cahill ve cómo la cinta de capitán y la responsabilidad que eso conlleva, recaen en el delantero uruguayo de veintinueve años.

Las grandes actuaciones del Tuna en la temporada pasada han logrado que hasta los entrenadores rivales lo elogien, como fue el caso de Graham Arnold, de Sydney FC, que tras perder 3 a 0 lo llamó “sobresaliente” y “a pesar de su pequeña talla, se mueve bien, lee correctamente el juego y siempre se encuentra en el lugar correcto en el momento correcto, sumándole su gran definición”.



Por supuesto, su propio entrenador, John van ‘t Schip también se deshace en elogios, destacando la tenacidad del uruguayo y su disposición para luchar, estando siempre preparado ya sea para desmarcarse y entrar en acción con la pelota, como para ser “ el primero en subirse las mangas para salir y encargarse del trabajo pesado”.

Luego de todo lo anterior, queda en evidencia que Bruno Fornaroli no sólo se ha convertido en pieza clave para el conjunto blanco y celeste por la enorme cantidad de goles marcados, sino que su vínculo con el juego excede a su capacidad goleadora. Entre los elogios de propios y ajenos, y sus constantes muestras de liderazgo, el Tuna ha pasado de ser el goleador del Melbourne City, a baluarte y capitán. Resumiéndolo a una mínima expresión, de Goleador a Capitán.

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